La final empezó igualada, hasta que en el tercer juego, en el que Rafa Nadal consiguió romperle el servicio a Novak Djokovic, pero el jugador serbio reaccionó y empató el encuentro, aunque en el siguiente juego Rafa Nadal le rompió por segunda vez consecutiva el servicio al jugador serbio y esta vez el manacorí consolidó el break y sentenció el primer set.
El segundo set continúo el gran nivel de los dos tenistas, hasta que en el sexto juego Djokovic le rompió el servicio a Nadal y se puso 4-2, pero el español le volvió a romper el servicio al serbio, aunque cuando Nadal podía empatar el set, Djokovic le volvió a romper el servicio a Rafa Nadal y el serbio sentenció el set con mucho sufrimiento al servicio.
El tercer set no pudo empezar peor para el número uno, ya que cedió su servicio en el primer juego, a partir de ahí el español se vino abajo mentalmente y volvió a ceder su servicio por segunda vez consecutiva, lo que supuso que el serbio se pusiera 4-0 a su favor, lo que permitió a Djokovic sentenciar el partido con facilidad y adjudicarse el torneo.
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